domingo, 22 de enero de 2012

Desarrollo del Yo en los primeros meses de vida - Organizadores de la Psique (SPITZ,R)

Desarrollo del Yo en los primeros meses de vida - Organizadores de la Psique (SPITZ,R)

// GRIFFA y MORENO, Claves para una psicología del Desarrollo vol. 1, ed. Lugar, 2001, Bs.As.


NOTA: el "Estadio" es una etapa genética que implica una forma de organización de las actividades, un modod de pensamiento, un juego de prevalencia pulsional. y "Organizador" supone un estado de coordinación e integración de funciones que permite un nuevo nivel de organización modificando las propiedades de los elementos a partir de los cuales se origina.
I. Estadio anobjetal.
Para Spitz (en sus trabajos sobre el desarrollo del Yo en el neonato), la madre es el Yo (externo) puesto no hay formación yoica en el neonato. No hay diferenciación entre el Yo y el Ello, entre lo consciente y lo inconsciente, entre la percepción y la memoria, y -por supuesto- no hay diferenciación entre el mundo externo y el bebé. Es un período carente de objeto. Evidencia de esto es la presencia de la sonrisa gástrica, que expresa un estado de satisfacción interna, independiente de la experiencia de presencias externas. Es una fase donde predominan percepciones internas.

IA. Primer organizador: Sonrisa Social
La sonrisa intencional ante un rostro humano, una respuesta ante una configuración específica que involucra ojos, nariz y frente en movimiento aparece a partir del tercer mes y constituye el indicador de la aparición de un esbozo del yo.
Este reconocimiento del rostro humano nos muestra que el bebé ha logrado la capacidad de comparar la realidad de objetos percibidos en el presente con imágenes de estos construidos a partir de experiencias perceptivas previas. El bebé ha logrado la capacidad de prueba de la realidad.
Así también, la sonrisa social es intencional y recíproca. Es un incici de las relaciones interpersonales y  la evidencia de la existencia de un Yo rudimentario.

II. Estadio del objeto precursor o pre-objetal.
De la pasividad con respecto al mundo externo que caracteriza al estadio anterior (anobjetal), el niño atraviesa un período de actividad intencional y consciente. Se manifesta un grado de separación entre lo consciente y lo inconsciente.
Predomina la percepción de estímulos ambientales. El niño ha logrado la capacidad de reservar y de disponer de imágenes registradas en sus huellas mnemónicas preconcientes.
El Yo se separa del Ello, el Yo regula las pulsiones del Ello, las inhibe o las facilita, según el caso, y las canaliza.

IIA. Segundo organizador: La angustia del octavo mes.
Hasta el octavo mes el bebé sonríe ante cualquier rostro. A partir del octavo mes el niño comienza a demostrar desagrado por los rostros desconocidos, distingue el rostro de su madre de lo demás rostros humanos y le adjudica un valor especial.
Al diferenciarse el de su madre y su madre del resto comienza una relación materno filial, la denominada “díada madre-hijo”.

III. Estadio del objeto de amor o libidinal
El Yo está integrado y la madre es experimentada como un todo diferenciado.
A nivel perceptivo, el niño comienza un proceso de discriminación de los juguetes, toma sus preferidos a diferencia de etapas previas donde jugaba/experimentaba con lo que tenía a mano.
A nivel afectivo, matiza sus actitudes emocionales como resultado de un despliegue de relaciones interpersonales más complejas, experimenta así el apego, la envidia, la posesión, etc.
Tambien, imita gestos y actitudes, responde a expresiones de otros y comprende normas sociales mediante reglas y prohibiciones.

IIIA. Tercer organizador: El ”no” (18 meses)
La madre verbaliza el “No”, el niño así recnoce lo prohibido por un mecanismo de identificación. Por este mecanismo el niño se apropia del “no”. Los retos que en un momento recibió pasivamente y frustraron sus deseos, los convierte en una conducta activa.
Los gestos simbólicos “sí” y “no” so para Spitz un claro indicador de la emergencia de los procesos ideacionales abstractos”. El “no” expresa solamente negación, no representa ningún objeto. Esto implica que el bebé ha alcanzado un mayor grado de abstracción y mayor capacidad de juicio.  
Durante esta etapa se comienza el desarrollo franco del lenguaje y el reeemplazo de la acción por la comunicación oral.